domingo, 12 de enero de 2014

Capítulo 15: The way I loved you, parte 2

¡Hola tributos! ¡Sí, por una vez en mi vida, actualizo capítulo a tiempo ^^! He aprovechado que esta semana no había exámenes, ni trabajos, ni nada importante que hacer para escribir un ratillo así que, ¡aquí lo tenéis! Espero que os guste :D




You were wild and crazy 
Just so frustrating, intoxicating 
Complicated, got away by some mistake and now [...]
That's the way I loved you
                              The way I loved you, Taylor Swift

CATO
Junto mis labios con los suyos, y disfruto de la mirada sorprendida y el suave y tibio contacto. Acerco el pequeño cuerpo de Clove al mío con un brazo, dejando que mis instintos actúen según sus deseos por primera vez en mucho tiempo, intentando relajar la tensión que recorre cada uno de sus músculos con toda la dulzura de la que soy capaz, sabiendo que el maldito destino cruzó nuestros caminos para que ambos nos uniésemos como ahora, de la manera que es natural y para la que parecemos modelados.
Finalmente, tras unos breves pero intensos segundos, me separo de ella, con una sonrisa confiada y la ceja derecha ligeramente alzada. La sorpresa sigue tatuada en los ojos de Clove, que pasa rápidamente a… ¿Furia?
¡Pum! Ni siquiera veo venir su puño hacia mi cara, y no soy consciente del golpe hasta que una oleada de dolor me recorre la nariz, que empieza a gotear algo espeso y rojo.
-¿Qué… 
-¿¡Tú quién coño te crees que eres!? – bufa a voz en grito, sin preocuparse por interrumpirme - ¿Te parece que después de dos meses sin haberme apenas hablado, después de haber estado a punto de matarme hace tan solo una semana, ahora puedes venir y besarme como si tal cosa, como quien da los buenos días? ¡Vete a la puñetera mierda!
Confuso, sin saber qué decir, y recordándome la situación meramente a mi discusión con Hayden, me excuso, balbuceante, con lo primero que se me ocurre, y lo que resulta ser la peor elección de mi vida.
-Pero… Yo creía… - señalo a Coy, con tono airado, contagiándome su enfado - ¡Si ya no estáis saliendo!
Nada más ver la cara del resto del grupo profesional tras mi comentario, sé que me he equivocado. A Clove se le salen los ojos de las órbitas, y aprieta los puños con tanta fuerza que me da miedo que sus uñas le atraviesen la carne.
-¡Oh, claro! – exclama, sarcástica y furiosa – “¡No sé cómo no me había dado cuenta! ¡Como ya no estoy saliendo con él, todo el mundo tiene pleno derecho a venir y besarme! Oye, ¿por qué no? ¡Venga, acostémonos, ya que estamos! Total, no tengo novio, ¿qué más dará?” ¿Tú eres tonto? ¡Suerte tienes de que no tenga un maldito cuchillo en la mano, Cato Underneath, o te juro que te quedas sin…
Pero no se llega a pronunciar sin lo que me quedaría, porque en ese mismo instante un entrenador aparece con cara sorprendida preguntando qué narices pasa. Con un último grito-gruñido de enfado, la chica, roja de rabia, se aleja golpeando el suelo con cada paso, hasta perderse por las escaleras que llevan al piso de arriba, y a nuestra aula de entrenamiento.
Voy a seguirla, cuando oigo unas risas disimuladas a mi espalda. Me giro para encontrarme a Marietta, intentando ahogar las carcajadas, apoyada en el hombro de una Hayden estupefacta.
-¿QUÉ? – espeto bruscamente
Sin embargo, ella se sigue riendo, ignorando mi tono amenazador.
-Que tiene toda la razón del mundo para enfadarse y hacer lo que le dé la gana contigo, Cato. Yo que tú vigilaría mi espalda hoy en el entrenamiento.
Efectivamente, eso es a lo que me dedico durante prácticamente el resto del día. Y es que, cada vez que me acerco, bien un par de veces para explicarme, la mayoría de ocasiones porque necesito algo en su puesto de entrenamiento, un cuchillo, una daga, e incluso en un determinado momento una flecha, se desvía mágicamente de su trayectoria hacia los maniquís para acabar muy cerca de la zona entre mis piernas o mi cabeza. A dos horas de acabar las clases de hoy, me decido por ir a hablar con ella más adelante. Cuando no haya armas afiladas ni letales a la vista.
A las seis en punto, el timbre empieza a sonar, indicando  el final de la jornada. Marietta y Coy dejan maza y espada en el suelo, Hayden prueba a lanzar una especie de disco con bordes puntiagudos que se clava en el corazón de un maniquí, yo degollo a otro, y por último, Clove acuchilla furiosa a un muñeco de paja hasta que este queda completamente vacío para tras terminar, guardarse el cuchillo en el cinturón. Nuestra nueva entrenadora, Idey, se despide de todos, y nosotros nos dirigimos hacia los vestuarios, los chicos a un lado y las chicas al otro, no sin antes percibir cómo una mirada asesina me perfora la nuca.
Una vez duchado y cambiado de la ropa sudada a otra más limpia, me dirijo a la entrada, esperando a que Clove salga, para entonces poder hablar con ella sin miedo a morir en el intento. Vale, quizás besándola haya exagerado un poco… Pero era la primera vez que la veía desde que conseguí la prueba que necesitaba para demostrarme a mí mismo que era capaz de sobrevivir sin ella, que era, incluso, capaz de “matarla” por mi propio bien, que estar junto a la única persona que había alterado de alguna manera mi forma de ver a los demás, ya no suponía un riesgo para ninguno de los dos y que, por lo tanto no había razón para seguir siendo tan frío. Creía que Clove compartiría mi entusiasmo y entendería lo que acababa de pasar, aunque, visto lo visto, parece que no es así. Quizás, puede que ella no entendiera el riesgo que suponía antes que nuestra relación fuera más allá de la amistad, que hubiera decidido por no sufrir más cortar por lo sano, y esa fuera la causa del gigantesco enfado ante mi reacción. A lo mejor también, es posible que yo ya no le interesara más, y viera el beso hasta como un acoso…
Una punzada de dolor me recorre al pensar eso, pero rápidamente la aparto y me regaño mentalmente: lo que ella sienta no debe afectarme, porque no la quiero, o al menos, ya no de esa forma; de eso iba todo lo que he estado haciendo estos meses, ¿no? Ahora que mi cabeza funciona de forma coherente y como yo quiero, no es momento de volver al embrollo de sentimientos del día del río. Lo único que puedo deberle es una explicación de lo de hoy, y se acabó. Si no lo acepta, no es mi problema.
Espero otros diez minutos, antes de ver bajar a Hayden y Marietta, y detrás, la cabecita morena de la chica que tantos quebraderos de cabeza me da. Las dos primeras pasan, me saludan, y se quedan paradas en un incómodo silencio. Cuando la última, levanta la mirada que tenía fija en el suelo y me ve, aprieta los puños.
-¿Nos vamos? – espeta a las chicas. Marietta asiente, y las tres andan los pocos pasos hasta la puerta; sin embargo, cuando Clove me aparta (en la medida de lo posible) con un empujón, yo la cojo del brazo.
-Tenemos que hablar.
-No me apetece. – contesta desafiante, intentando zafarse sin éxito. - ¿Me sueltas?
-No me apetece. – respondo con sorna – Mira Clove, necesito explicarte lo que ha pasado; si vienes por las buenas, maravilloso; si no, será a la fuerza.
Nuestros ojos se clavan en los del otro, compitiendo en un pulso de miradas congeladas y airadas, retando al otro a atreverse a cumplir sus palabras.
-Bueno, eh… - se oye tímidamente a Hayden – Nosotras nos vamos yendo, Knivey. Te esperamos en mi casa…
La apelada corta repentinamente el contacto visual, movida por la sorpresa que le ha causado la despedida de su amiga.
-¡No! ¡No os vayáis! ¡Eh! – pero la puerta se cierra dejándonos solos – Traidoras…
-¿Damos un paseo? – pregunto, y tras otra expresión de odio, la chica finalmente se rinde y deja arrastrar.
No la puedo llevar hacia mi casa, ya que por el camino nos encontraríamos inevitablemente con Hayden y Marietta; tampoco hacia la suya, porque en tal caso con quien cruzaríamos sería Bethany que, tras lo ocurrido los últimos meses, no me tiene demasiado cariño; dirigiéndonos al centro habría demasiada gente, cuando lo que pretendo es que estemos a solas; por lo tanto, la única salida que veo, es alejarse hacia la linde del Distrito.
Salgo del camino de tierra para internarnos en la zona donde la hierba crece alta, sin estar cortada ni preparada para que los habitantes vayamos por allí; al darse cuenta de ello, Clove deja de avanzar.
-¿Adónde vamos? – inquiere desconfiada.
-A algún sitio donde no haya nadie que moleste. – tiro de ella, pero sigue anclada al suelo.
-Yo no me muevo de aquí. Me apetece más bien poco quedarme a solas contigo ahora mismo.
Oh, por favor, ¿no creerá que…? Con un suspiro, acabo cediendo y nos ponemos a la sombra de un árbol con marcas de cuchillo que rezuman una savia pegajosa, desde donde, en movimiento, somos perfectamente visibles por los que pasen. Knivey se sienta sobre una roca con los brazos cruzados sobre el pecho y el entrecejo fruncido, y yo me sitúo frente a ella en cuclillas.
-Cinco minutos, Underneath – sisea
Interpreto el que me llame por mi apellido (cosa que no ha hecho en los dos años que han pasado desde que nos conocimos), como una mala señal, pero aun así, cogiendo una profunda bocanada de aire, me lanzo a hablar. Y comienzo con la única frase que sé que ella no refutará con un comentario sarcástico, la única que puede conseguir que escuche todo lo que tengo que decir.
-Lo siento, Clove.
Efectivamente, aunque antes siquiera de yo pronunciar palabra ya pareciera que la chica estuviese preparada para arremeter contra mí, esa sencilla disculpa hace que su boca se cierre. Los profesionales no se disculpan nunca, su orgullo es demasiado grande para pedir perdón a alguien. Por eso, que una persona como yo lo haga, deja claro que la petición es sincera, que cree de verdad en lo que dice. 
-Siento lo de esta mañana, siento haber acabado contigo en el ejercicio, y siento la manera en que te he tratado estos últimos meses. Sé que, seguramente, tú pienses que no tenía razón para hacerlo, y probablemente sea verdad, pero deja que te lo explique:
Le cuento una versión reducida de todo lo que ha pasado, desde mi punto de vista: de que me di cuenta que había llegado a una situación en que  podía perderlo todo por una tontería, y que, a diferencia de ella, yo soy mucho más temperamental y variable, por lo tanto, necesitaba distanciarme para despejarme, y evitar causarnos problemas demasiado graves a los dos; de que lo del ejercicio era una forma de demostrarme a mí mismo que ya no suponía un riesgo para ninguno de nosotoros, ni para el objetivo que llevábamos una vida preparando; de que besarla había sido un impulso repentino, creyendo que también habría entendido lo que pasaba sin que yo tuviera que explicarlo.
-Comprendo – finalizo - que estés dolida, que me dejes de hablar para siempre y pases de mí; me he portado como un auténtico capullo y lo sé, pero, si decides perdonarme esto y lo has entendido, tenías que saber cómo son las cosas, para que no volvamos a los mismos fallos que han provocado todo esto. Tenías que entender mi manera de actuar.
Cuando termino, levanto la mirada para encontrarme con la de Clove. Espero ver el inicio de unas lágrimas formándose en sus ojos, la expresión destrozada o furiosa; sin embargo, en lugar de ello, la joven esboza una sonrisa, y más que tristeza, lo que expresan sus facciones es un deje de amargura, el de alguien al que le han explicado algo que no le gusta, pero que sabe que es inevitable.
-Lo… lo comprendo, Cato. Aunque no lo creas, lo comprendo, y sé que las cosas funcionan así. Quizás… exageres un poco, pero, por muy raras que fueran, tenías razones para actuar como actuaste. Gracias por explicármelo, en serio.
Espero una nota de sarcasmo, pero esta no llega. Lo que Clove está diciendo es verdad y, aunque no me esperaba esa reacción, no puedo más que sentirme aliviado.
-Entonces, ¿amigos, no?
De repente, ante sus últimas palabras, siento como si las tripas se me llenaran de plomo.
-Pero… - murmuro.
La expresión de Clove pasa rápidamente a una mucho más seria.
-Cato, puede que entienda lo que me has dicho, pero eso no quita para que necesite tiempo para asimilarlo. Me acabas de explicar que, aunque puedes estar conmigo, no es bueno que sea de una manera demasiado íntima, que sobrepase las emociones que se sienten ante cualquier persona querida; después de eso, soy incapaz de actuar como si no hubiera pasado nada, como si los últimos meses se hubieran borrado de mi vida. Dame tiempo, ¿vale?
Lo pienso: sí, por supuesto que tiene razón, y lo que acaba de decir es de sentido común. Además, aunque lo hubiese rechazado, a mí debería darme igual, porque para eso he estado trabajando, separándome de ella. Claro que puedo darle tiempo. Incluso si decide que lo nuestro es una completa locura y lo deja en una eterna amistad, como la que mantengo con Hayden. Ya me lo he dicho antes y lo mantengo; lo que Clove sienta, no me importa más de lo que me importe en cualquier otra persona.
-Sí, claro – respondo sonriente. Ambos nos levantamos y cada uno se dirige a su respectiva casa, tras cerrar lo hablado con un apretón. 
Oficialmente, he dejado de estar enamorado, para siempre, de Clover Ringer.

FIN DEL CAPÍTULO 15

¡Pues aquí está! ¿Qué os ha parecido? ¿Una aberración? ¿Una obra maestra? ¿Debería esconderme en mi habitación y no salir de allí jamás? ¡Un beso!
PD: He visto varios comentarios con respecto a la opinión que tenéis de los personajes... Bueno, pues que no va muy acorde con la mía jajaja. Cada uno, por supuesto, es libre de tener la imagen que él mismo quiera de todo el mundo (ahí reside la gracia de un libro frente a cualquier otra cosa), pero no sé, me estaba preguntando si os interesaría una pequeña entradita en la que dejase reflejada mi propia manera de ver a los personajes (especialmente principales) para que... No sé, sepáis cómo pienso en ellos cuando intento escribirlos :). ¿Qué os parece?

16 comentarios:

  1. Oh Dios Mío Santo de la Gran y Misericordiosa Trinidad
    ODMSGMT!
    No puede ser, esto no puede estar pasando. He llegado a ver los blogs y cuando veo que subiste capítulo yo así pensando que se venía la escena más cursimente romántica de toda la historia...y hasta ahí llegó mi ilusión. El capítulo ha estado muy bueno, pero no he dejado de pensar que Cato es un grandísimo capullo.
    Pd: Necesito los siguientes 10 capítulos ahora mismo (si no es mucha molestia) ;)
    Saludos :D

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    1. Jajaja ¡muchas gracias!
      Hombre, un capullo tampoco, pero el pobre anda un poco confundido.... :).
      Siento tardar tanto en actualizar, prometo que para la próxima semana actualizo :).
      ¡Un beso!

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  2. increibleeee
    yo tmbn me speraba un capitulo cursi y k volvieran a arreglarlo pero esto!a sido totalmente impredecible esta genial pero espero k se vuelva a enamorar d clove x k si no me va a dar un vuelco al corazon.
    Me encanta tu pagina se t da genial esto d escribir x favor publica el siguiente capitulo prontooo k si no me voy a morir!!aunke es un final muy inesperado esta genial pero yo creo k komo todos esperamos k se arregle y vuelcan a su romance
    un besoooo

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    1. ¡Muchas gracias! Es un placer volverte a ver comentar :D
      Cato y Clove no son una pareja sencilla y, por tanto, su romance tampoco; por eso lo de este giro que tanto ha parecido sorprenderos a todos :)
      ¡Un beso!

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  3. ¡Me encanta! Tooooodos los días entro en la página esperando otro capítulo!! Me esperaba otra cosa pero esto está perfecto! Yo también quiero otros diez para mañana!!!! Necesito saber que pasa!!
    Besos!! Y si no subes más tienes derecho a encerrarte en tu habitación!!

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    1. Jajaja, ¡muchas gracias!
      Voy a ir echando la llave porque al ritmo que voy...
      ¡Un beso!

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  4. Por fiiiiiiiin !!!
    Por fin un capitulo en el que Cato tiene su merecido jajaja (lo siento XD)
    Espero que te queden en reserva mas punetazos jajaja. Lo siento, tras este breve ataque de chica con una vision del amor que francamente, no le corresponde, me voy a volver normal y hacer lo que todos hacemos porque simplemente hay que hacerlo para sobrevivir : Otro capitulo otro capitulo otro capitulo !!!!!!
    Un beso y hasta el proximo capitulo proximo capitulo proximo capitulo !!!

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    1. Te noto yo un poco en contra del pobre Cato... Jajajaja
      En fin, ¡muchas gracias por volver con los caps en francés! :D
      ¡Un beso!

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  5. ADFSHDJKFKL!!!!
    ME ENCANTAAAA!!! Ni romanticismos ni nada! CLATO TIENE QUE SER UNA BALANZA DESCOMPENSADA SIEMPRE!!! Perdona mi entusiasmo, pero entre que tu historia (y la forma en la que redactas) me parece genial, y que soy una ferviente defensora de esta relación… <3
    En contra del resto del mundo, yo pienso que la pareja más obvia no era Peeta y Katniss, que los verdaderos trágicos amantes no eran ellos, sino Cato y Clove, y siempre he pensado que serían exactamente tal y como les describes.
    Por cierto, voyo a favor de esa entrada con tu visión personal de los personajes!!! :D

    Un besooooo

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    1. ¡Muchas gracias! Me alegro de que haya alguien que lo vea como yo :D
      La entrada la tengo a medio preparar, en cuanto pueda la subo :D
      ¡Un beso!

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  6. Pasaba a decirte que te nomine en mi blog, espero que te des una vuelta, besos y saludos.

    http://pages-of-dreams.blogspot.mx/2014/01/premio-liebster-award.html

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  7. Si, si yo quiero tu opinión de como ves a los personajes, tu historia me fascina y en verdad espero con muchas ancias el siguiente capitulo :B
    Por cierto ¿Tienes twitter o pagina en FB?

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  8. Por favor, continualo de verdad que lo necesitoooooo

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