jueves, 12 de septiembre de 2013

Capítulo 9: Don't let me fall

¡Hola, tributos! Sí, ya sé que es muy tarde, pero con mi querida "vuelta al cole", sumado a las dos horas y media de baile no he tenido ni un minuto libre hasta ahora (y aún me queda por leerme una introducción de Geografía que lógicamente no pienso tocar hasta cinco minutos antes de la clase). Pero bueno, el caso es que dije que esta semana habría capítulo para antes del sábado... ¡Y aquí lo tenéis! También dije que haría un pequeño resumen de lo sucedido hasta el capítulo 8, para situaros un poco sin tener que obligaros a leer tooooooooooda la historia de nuevo tras los seis meses que he estado ausente. ¡Vamos a ello!

(ADVERTENCIA: NO LEER SI NO HAS LLEGADO AL CAPÍTULO 8 TODAVÍA)

Clover Ringer, la que antes fuera una niña llorona y débil, lleva entrenando desde los ocho años para convertirse en una auténtica tributo profesional lo que, aún no siendo bien visto por su madre y hermana mayor, Bethany, cumpliría el sueño que su padre nunca creyó poder ver posible en ella. Accediendo a un centro de entrenamiento especializado a los doce años, no se imagina que desde ese momento conocerá a las personas que cambiarán por completo su vida; dentro del grupo de entrenamiento especial donde se incluye por su asombrosa habilidad con los cuchillos, encontrará a sus futuras amigas, Hayden, Marietta y Liah, a los divertidos gemelos John y Edward, a su entrenador Dock, que pasará a ser desde entonces como un padre para ella, y, sobretodo, a Cato, el chico dos años mayor que ella, rey de la bravuconería y la falta de cerebro, con el que en su mismo primer día cruzará algo más que palabras.
Sin embargo, el tiempo pasa y la relación entre ambos se va estrechando más y más por distintas circunstancias, llegando a que ambos se pregunten si podrían sentirse atraídos el uno por el otro, e incluso, a un beso furtivo que supondrá nada más y nada menos el principio de una extraña relación que sobrepasa la amistad, y que puede ser peligrosa para ambos. Y es que, como Hayden le explica a Cato, amar no está hecho para los profesionales, y menos para profesionales como ellos, tan obsesionados por cumplir a toda costa su objetivo que no dudarían en dejar nada ni a nadie atrás por el camino.
El tiempo pasa hasta situarse cercano al decimocuarto cumpleaños de Clove, aunque éste no resulta demasiado feliz. Las peleas con Raw, su padre, se suceden más y más a menudo, sobretodo cuando la joven propone retomar las clases de danza que abandonó en favor del entrenamiento hace años, hasta llegar a un punto en que ambos prácticamente no se hablan... Y es justo en ese momento cuando Dock, víctima desde año atrás de un cáncer del que nadie sabía, el mayor apoyo paternal con el que cuenta tanto la lanzadora de cuchillos como Cato y otros de los chicos del grupo profesional, muere. En su funeral (ya nos situamos en el capítulo ocho), tanto el muchacho como Clove se destapan (en un sentido metafórico) el uno para el otro, enseñando él el mundo miserable en el que vive y que le lleva a ser como es, tan pronto como ella revela sus sentimientos sucumbiendo, por primera vez en seis años, al llanto. Cuando ya anochece y se hace tarde, Cato decide cargar con la pequeña agotada hasta su casa. FIN DEL CAPÍTULO OCHO.

Y ahora sí que sí, ¡el esperadísimo capítulo nueve!




But if I should break, if I should fall away
What am I to do?
I need someone to take a little of the weight
Or I'll fall through
                                                           Don't let me fall, Lenka

CLOVE
Medio dormida, noto de repente cómo alguien me levanta del colchón para cargarme en sus musculosos brazos. 
Poco después, oigo un timbre, y una puerta que se abre. Una ahogada exclamación, y fragmentos de una conversación inconexos llegan a mi cabeza:
-¿Dónde estaba?
-Pero dile a tus padres que… - murmullos - ¿Estamos?
Otra vez, silencio. Quien quiera que me lleve, tiembla un poco, por lo que intuyo que estaremos subiendo unas escaleras. Acabo de nuevo en un colchón, y me rindo finalmente al sueño.

A LA MAÑANA SIGUIENTE
Cuando me despierto, me encuentro a mi hermana prácticamente encima de mí, y me echo hacia atrás casi por acto reflejo.
Ella suelta una risa cantarina, que noto demasiado tensa para ser natural. Me empiezo a preocupar.
-¡Clovie! ¡Al fin, dormilona! – cubre la poca distancia que nos separa con un abrazo, embriagándome con su perfume de flores. Apoya su cabeza en mi hombro, y empieza a susurrarme rápidamente algo en el oído, lo que enlaza las dos primeras ideas de la mañana: en esta casa las paredes oyen, lo que significa que si susurra… es que no le pueden escuchar abajo. 
No por favor, que me acabo de levantar, secretitos ahora no…
– Cato me lo contó todo, pero papá y mamá no saben nada desde que desapareciste del funeral. – ahí lo tenemos - Quedamos en que les diría que te largaste, te buscaron un rato, y apareciste dormida detrás de una roca, ¿vale? – asiento aturdida. A lo mejor soy yo, ya que tengo la cabeza dolorida y recién levantada no pienso muy claro pero, ¿ese plan no suena un poco incoherente?
Bethany parece leer mis pensamientos.
-No se nos ocurría nada más realista… Tú simplemente atente a ello, ¿vale? A lo mejor hasta te levantan el castigo
¿El castigo? ¿Qué cas…
¡Pum! Repentinamente, la realidad me estrella contra ella: el castigo. El día del entrenamiento. Hayden llorando. El funeral. Yo y Cato. Yo en casa de Cato. Yo bebiendo con Cato. 
Dock muerto.
Mi mirada se ensombrece, y ya enteramente activa, me dirijo a las escaleras con paso apretado. Al llegar, mi hermana me coge del brazo, como si quisiera servirme de apoyo, y yo le suelto bruscamente.
-No necesito ayuda – mi voz trata de ser dura y firme, pero surge pastosa y medio afónica. Maldita sea, tenía que haberme abrigado más ayer.
-Lo sé – responde Bethany paciente – Pero se supone que ayer te dormiste (quizás incluso sea mejor que digas que te desmayaste), y cuanto más destrozada te vean, menos preguntas harán.
-Por eso no te preocupes – murmuro para mí mientras me pasa el brazo otra vez por encima de su hombro. – No sé si doy más asco por fuera o por dentro
Cuando bajamos, mis padres están en la mesa de la cocina, desayunando tranquilamente; sin embargo, al entrar yo, mi madre se gira rápidamente y su cara se ilumina.
-¡Clovie!
Maravilloso. Me hago la aturdida durante toda la mañana, mientras mi padre me mira desconfiadamente, lo que no hace más que enfadarme por dentro, hasta estar casi a punto de restregarle a gritos todo lo que hice ayer es, en parte, su culpa… Pero no puedo. Tengo que quedarme callada, y parecer tonta y estúpida; no me extraña que no se lo trague.
Lo único bueno del día, es que al fin le han ascendido y el café ha vuelto a hacer acto de presencia en casa. Genial. Voy a necesitar una taza cargada para afrontar lo que me espera en las próximas 16 horas. Quizás dos.

TRES SEMANAS DESPUÉS
Desde esa mañana, la gente no para de decirme (tanto verbal como no tan verbalmente), que parezco diferente. Es decir, intento continuar con mi vida como lo habría hecho si no hubiese pasado nada (porque eso es lo que Dock querría, ¿verdad? Dios, estoy hecha un lío); pero entre que justo antes de su muerte, esta no iba precisamente como un cuento de hadas y que yo no pongo mucho de mi parte para ello, se está convirtiendo en una misión prácticamente imposible. Me encuentro en otro mundo la mitad del tiempo, incluso he fallado al lanzar un cuchillo (cosa realmente inusitada), y cuando voy con los pies en la tierra, me dan ataques de rabia repentinos. No he vuelto a llorar desde el día del funeral porque en una noche, mi orgullo ya hizo el ridículo de una vida entera… Y puede que tal vez, también colaboren en ello un par de miradas y apretones de mano diarios de cierto chico que me llevó a casa e inventó junto a mi hermana la excusa más inverosímil del mundo, de cierto chico que hace que me vaya recuperando. Más o menos.

Hoy tenemos un entrenamiento especial con Pasper, un hombre joven no muy lejos de los veinte, que intentó presentarse voluntario hace unos años, y como no lo consiguió, trabaja sustituyendo los martes y viernes a Dock. Vamos a ir a un arroyo algo alejado para practicar con lo que llaman “kayaks”.
-En realidad, es difícil que os veáis en la necesidad de utilizar el kayak en la Arena – va explicando Pasper en el camino. ¿Y entonces para qué practicar? – Pero para conseguir mantenerse en equilibrio contra la corriente, necesitaréis músculos y tener la mente clara, cosa que si os vendrá bien contra otros tributos – Oh, fantástico. En tal caso, estando como estoy me va a salir genial. - ¿Alguien no sabe nadar?
Voy a levantar la mano, porque es verdad, ni siquiera he tocado la pequeña piscinita que hay en el centro de entrenamiento; pero veo que nadie más lo hace, y harta de ser la débil del grupo (y he de admitirlo, quizás sin haber pensado demasiado en las consecuencias), me lo callo, aunque siento algo de pánico. ¿Y si me caigo? No, eso no va a pasar Clove. Seguro que es fácil.
¿Dije fácil? Bien, mentía. No me he cansado más en mi vida. Justo cuando parece que ya está todo controlado, una oleada de agua helada viene hacia ti, calándote hasta los huesos y quitándote las pocas ganas que puedan quedarte de intentar seguir. A la media hora, veo que Cato ha empezado a embestir con el remo contra todo lo que le es posible, recibiendo solo nuevos baños que no hacen más que cabrearle. Más tarde, Marietta ha salido del agua y se ha puesto a discutir con Pasper  sobre que no entiende qué narices hace aquí. Los labios de Coy rozan el color morado, y está escupiendo tanta agua que podrían contratarle de fuente. A Liah, la corriente se la está llevando por donde quiere, aunque ella sigue sin decir palabra, y la única que parece tenerlo medianamente controlado es Hayden, que todavía no ha intentado rendirse. De los gemelos mejor ni hablo: ambos han acabado con sus curiosos peinados totalmente destrozados. Yo por mi parte estoy temblando descontroladamente del frío y ya me he debido de caer mil veces; por suerte, todos llevamos un chaleco salvavidas mugrientos que han conseguido conmigo exactamente lo que su nombre indica.
Sobre la una, paramos a comer. Es agradable dejar las malditas canoas un rato y que el Sol te seque la ropa helada. Sin embargo, una hora más tarde, entre súplicas y protestas, nos mandan volver al agua.
Entre el cansancio, que el Sol me ha dejado adormilada, y los problemas que llevo acumulados en las últimas semanas, me vuelvo a perder en otro mundo. Estoy tan despistada, que incluso me olvido abrocharme el chaleco al subir al kayak. Pienso en cualquier cosa menos en mantener el equilibrio y estar al tanto de lo que me rodea. Rememoro el funeral de Dock, y siento una estúpida pero increíble necesidad de que los brazos de Cato me rodeen otra vez. Cato… ¿y si me estoy enamorando de mi mejor am-? No, no puede ser. Me gusta sí, pero enamorarse es… Demasiado grande. Qué narices, ¡es ridículo! ¡De débiles! ¡De chicas como mi hermana, en el mejor de los casos! “Pero nunca te habías sentido tan débil” dice una vocecilla molesta y aguda “Ya, ni Dock se había muerto nunca hasta ahora” respondo en el mismo tono. Aunque… ¿y si la vocecita tuviese ra…
-¡Clove, cuidado! – oigo gritar, sacándome de mis pensamientos. En un primer momento, la voz me despista, no la había oído nunca. Y no me doy cuenta de quién es hasta que veo la cara horrorizada de Liah mientras se acerca a mí a toda velocidad sin poder frenar.
En el impacto, ambas salimos despedidas y yo pierdo mi chaleco. Cuando me quiero dar cuenta, estoy en el río, ahogándome, y sin que nada me mantenga a flote. Pataleo y muevo los brazos con fuerza intentando gritar socorro, pero grandes cantidades de agua se cuelan por mi boca cada vez que intento abrirla. Se acabó, voy a morir. Me estoy hundiendo cuando escucho otra voz mucho más grave y desesperada que la de antes gritar mi nombre.

FIN DEL CAPÍTULO 9

Y ya sé que no es muy largo y que os merecéis mucho más después de tan larga espera, pero os prometo que el siguiente será totalmente distinto en ese aspecto... Al menos tiene una buena carga de emoción, ¿no?
A vosotros, ¿qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? ¿Os ha parecido horripilante? ¿Vais a cerrar los ojos y a tararear para hacer como que no habéis leído nada? ¡Un beso, y feliz semana!


9 comentarios:

  1. Aleluyaaaa por fin escribes!!!
    Me podrias seguir en mis blogs:
    http://lavidadeclove.blogspot.com
    http://losjuegosdelhambrenoterminan.blogspot.com
    Besiiiitooos!!

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    1. Jajjajaja, admito que me ha costado un tiempo :)
      Ya te sigo en La vida de Clove, me paso ahora por el otro :D

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  2. hola!! Llevaba mucho tiempo esperando capítulo :) Me ha encantado, aunque casi me la ahogas D: Bueno, me preguntaba si podrías pasarte por mis blogs, espero que te gusten, te dejo los enlaces:
    http://elprimervasallaje.blogspot.com/
    http://esachicaalaquellamabancomadreja.blogspot.com/
    BESOS!!!

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  3. ¡Aaah! ¡Por fiiin has vuelto con los capítulos! Ya echaba mucho de menos tu historia, pensaba que no volverías O_Q El capítulo está genial y no te preocupes que ahora todos estamos igual con la vuelta al cole XD Por cierto te he nominado a unos premios en mi blog, ¡pásate! :3 http://mimundomaxine.blogspot.com.es/

    ¡Besos!

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    1. ¡Muchas gracias, Maxine!
      En cuanto pueda hago el premio :D

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    2. ¡Muchas gracias, Maxine!
      En cuanto pueda hago el premio :D

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  4. Por fiiin, por fiin has vuelto, de verdad que echaba muchisimo de menos tu historia y ¿cómo no? has vuelto con un capítulo genial.
    Pobre Clove, tiene que estar destrozada pero esperemos que no le pase nada y que cierto rubio que yo me sé la rescate ^^ jajaja
    Por cierto, me encanta la canción que pusiste al principio, de echo, está en una de las entradas programadas para la semana que viene jajaja (nos leemos la mente).
    Y creo que no me queda nada más, solo matarte por dejarnos así hasta el próximo capi y esas cosaas... no, es broma, porque yo también sé lo que es la 'querida vuelta al cole' así que no te preocupes :)
    Besoos y ánimo con el siguiente :)
    PD: ya te respondí a la pregunta curiosa de mi blog :) y si no te importa ... te pregunto yo lo mismo jaja ¿qué curso empiezas?
    Y perdona por escribirte un libro de comentario jajaja

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  5. Jajaja, yo por Clove precisamente no me preocuparía ahora... Bueno,, esta tarde subo capítulo y se resuelven todas las dudas :D.
    La canción es preciosa (supongo que habrás oído la versión de Isabelle con la guitarra, más mona ella *.*), no es de extrañar que al final alguien conincidiera jajaja.
    ¡Un beso, y por favor, perdonadme la vida!
    PD: Vi la respuesta jaja. Pues yo (enana que soy), empiezo este año 3º de la ESO (creo que voy a morir pensando que luego encima va a más :() :D. Y no te preocupes, que comentarios como este animan a escribir más y más y más ;).

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