domingo, 16 de septiembre de 2012

Prólogo: The story of a girl

¡Hola otra vez! Aquí os dejo el prólogo de la historia, narrado por Clove ;). Aprovecho para avisar que no creo que suba más de un capítulo a la semana... Quizás dos, porque no quiero que, cuando se me acaben los que ya tengo escritos, paséis de una nueva parte al día, a que me tire dos semanas sin publicar (ya lo dije, soy lenta como yo sola). De todas formas no os preocupéis, los capítulos son bastante largos :).
En fin, ¡espero que os guste!





This is a story of a girl
Who cried a river and drown the whole world
But while she looks so sad in photographs
I absolutely love her when she smiles
                                                Story of a girl, Nine Days

CLOVE
¿Cómo se empieza a contar tu historia? La verdad, es que no lo sé. En mi vida siempre ha habido cosas más importantes que narrar lo que he hecho y pensado en todo momento. Y los comienzos se me dan realmente mal.
Eeeeehhh… Puff, que complicado                es esto. Si ahora mismo estás leyendo mi ridícula introducción, te doy las gracias. ¿Por qué? Porque quieres saber más. Quieres saber más de lo que te cuenta una niñata estúpida que ha tenido suerte de no haberse calcinado todavía con tanto fuego, cuyo distrito se dedica a meterse bajo tierra mientras se llenan de polvo negro por todos lados.  Quieres saber lo que pensaban la chica sádica y loca que lanzaba cuchillos, y el gigante que podía partir el cuello con sus manitas a una persona, incluso más, quieres conocer su historia, eso que nadie nunca quiso conocer porque nadie se interesa por la vida de un tributo muerto. Así que gracias.
Bueno, mejor empiezo ya. Nací en una noche de marzo de lluvia torrencial que no fue muy fácil en mi casa. A mi padre, Raw, las niñas nunca le gustaron demasiado. Hermano de un vencedor del distrito que siempre le había superado en todo, lo único que quería era un hijo varón que ganase los Juegos por él, así que aguantó a su primera hija, Bethany, pero la segunda, oséase, yo, no le sentó nada bien. Cuando encontró que lo que mi madre sostenía en sus brazos era una bebé esquelética y pequeña, con un único mechón de pelo oscuro como el ala de un cuervo y la cara llena de pequeñas pecas, la comadrona me ha contado que creyó sintió ganas de matarme.
-¿¡Otra niña!? – gritó, irritado por los llantos de la mayor en el piso de arriba
-Sí, otra niña
-¿¡Pero es que en esta familia no se pueden parir chicos?! Bah, - añadió despectivamente – y encima esta no aguantará ni dos días
Ya, claro. Dos días ¡Ja!
-Los aguantará – respondió mi madre abrazándome con fuerza – Clover es más fuerte de lo que parece.
-¿Clove? ¿No se te ha ocurrido un nombre mejor?
-No, Clove no, Clover. Mira afuera. Está lleno de tréboles, de clovers. Es una señal, se tiene que llamar así
Da igual que el registro aparezca el nombre de Clover Ringer: desde el error que cometió mi padre aquel día, soy Clove para todo el mundo.
-Por favor, mírala – ¿se nota el cariño familiar, verdad? – es enana, pecosa y el pelo… ¿De dónde ha salido el pelo negro? Es horrible – oh, gracias papá, yo también te quiero
-Deja de meterte con ella – le recriminó mi madre – Sigue siendo tu hija, te guste a ti o no
Y con las discusiones sobre las probabilidades de vida del bebé, su nombre y el maldito pelo negro, finalizó el tan sumamente feliz día de mi nacimiento.
Nunca me faltó de nada, pero mi infancia no fue ni mucho menos fácil. Crecí oyendo las burlas de mis compañeros por ser la niña rara, esa que tenía el pelo negro como el ala de un cuervo y la cara pecosa, esa que sorprendentemente, era la hermana de la simpática y guapa Bethany Ringer. Volvía a casa llorando casi todos los días, esperando poder refugiarme en los brazos de mi madre, mientras ella intentaba evitar que me diese cuenta de que hasta que yo entraba por la puerta, los gritos y las peleas no cesaban. Y funcionó. Hasta que cumplí los ocho años.

Desde hacía unas semanas, había intentado formar una barrera de indiferencia hacia los malvados comentarios de mis compañeros, intentando ocultar el daño que me hacían. Aún así, me seguían persiguiendo en mis pesadillas, lo que provocaba que me levantase a mitad de la noche llena de sudor. Y aquel día no fue diferente. Me desperté aterrorizada como tantas otras veces, agarrando con fuerza a mi viejo osito de peluche. Salí de la cama y me dirigí al baño en busca de un vaso de agua. Estaba a punto de volver a mi cuarto cuando oí los gritos abajo, en el salón. Bajé las escaleras temblorosa, asustada de que hubiese entrado algún ladrón; pero al llegar a la puerta, descubrí aliviada que no eran más que mis padres discutiendo. Aunque una voz interior me decía que eso estaba mal y que lo mejor que podía hacer era irme arriba, la curiosidad me pudo y me quedé a escuchar:
-…Raw, no puedes obligarla a hacerlo. Tienes que dejarla hacer lo que ella quiera.
-¿Y lo que yo quería que, eh Patricia? ¡Yo quería un chico, un chico que llenara de orgullo a la familia! Como fue imposible tener un niño, perdí la esperanza. Entonces vi que Bethany era fuerte, que ella podría hacerlo, y estuve un poco más cerca de conseguir aquello que me propuse: un hijo vencedor. ¡Y cuando hoy, le digo que dispare contra un maniquí, y me responde que ella no hará daño a nadie tú sales a defenderla! ¡No es justo, Patricia, no es justo que no me dejes aprovechar mi única oportunidad de superar a mi hermano!
Cualquier persona se habría sentido mal al darse cuenta de que solo quiere a su hija para poder sentirse orgulloso, pero mi padre no. Y mi madre lo sabía, así que, en vez de reñirle por ello, intentó buscar otra salida.
-No solo tienes una oportunidad Raw. ¿Y Clover? Ni siquiera lo has intentado con ella. ¿Y si ella sí quiere entrenar?
Entonces mi padre empezó a reírse sin parar, como si le hubiesen contado un chiste malo.
-¿Clove? ¿La pequeña y débil Clove? ¿La que vuelve todas las tardes llorando porque los niños se meten con ella? ¿La oveja negra de la familia? ¿La que duerme con un osito de peluche? Si, Patricia, por supuesto que sería una gran profesional. ¡Ja, ja, ja!
Todo ocurrió deprisa. De repente, estaba subiendo las escaleras hacia mi cuarto con las lágrimas cayendo sin control sobre mis mejillas. Me tumbé en la cama y sollocé continuamente durante el resto de la noche.
Me desperté con churretones rojos por toda la cara. Fui al espejo del baño y me miré: papá tenía razón, no era más que una niña llorona que no podía defenderse ni de un puñado de enanos burlones
“Nunca más serás débil. Eso se acabó” le dije a mi reflejo en el espejo. Me lavé la cara, y volví a la habitación. Cogí el osito de peluche, la casita de muñecas y los dibujos de flores colgados en la pared y, en un arrebato los tiré por la ventana. Bajé a desayunar resuelta. “Nunca más” me repetí
-Papá – fue lo primero que dije al entrar
-¿Sí, Clovey?
-Quiero entrenar para profesional
Mi padre escupió el sorbo de café que se estaba tomando en ese momento.
-¿Cómo?
-Que quiero entrenar para profesional – repetí en voz más alta y firme
-Clovey, no digas tonterías
-No son tonterías. Y no me llamo Clovey, me llamo Clove
Viendo que no me iba a sacar de mis trece, probó otra estrategia
-Vale Clove. ¿Y cómo pretendes ser profesional? Los profesionales no juegan con muñecas ni…
-Ya lo sé. Lo he tirado todo por la ventana. Eso son cosas de niñitas… Como llorar y huir de los demás “críos”. – dije endureciendo mi mirada - Yo ya no lloro, ni me escondo de nadie. Soy fuerte.
-Pero Clove, los que entrenan para profesionales son chicos grandes y altos. Tú eres muy pequeña – añadió aún preguntándose si esto sería solo un capricho
-¡Pues creceré! – grité indignada por su falta de confianza, aunque ya me lo esperaba - ¡Y mientras tanto aprenderé a manejar armas y a luchar, y seré la mejor! ¡Y cuando sea mayor ganaré los Juegos del Hambre, como tú no pudiste!
Me callé al instante, consciente de lo que acababa de decir. Genial, había fastidiado mi oportunidad, adiós a entrenar.
Pero entonces ocurrió lo que nadie imaginaba. Mi padre se levantó de la silla y me cogió de los hombros con fuerza. Estaba muerta de miedo, pero no aparté mi mirada de la suya.
-¿Si te entreno como profesional hasta que te puedas apuntar a una escuela me prometes que harás todo lo posible por ganar unos Juegos?
Asentí rápidamente. Y él sonrió
-Pues empezamos mañana. Ni se te ocurra faltar, Clover Ringer
Ignoré las muecas de terror de Bethany, y los ojos húmedos de mi madre. Porque en la mirada de mi padre vi algo que nunca antes había visto: el orgullo de tenerme como hija.

FIN DEL PRÓLOGO
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Bueno y... ¿qué tal? ¿Os ha gustado? ¿Merece el primer puesto en la lista de los peores inicios de la historia? ¿Ha sido suficientemente largo (el prólogo es el capítulo más corto que he escrito)? ¡Espero vuestras opiniones ;)!
¡Ah! Una cosa: lo que aparece al principio en cursiva, es un fragmento de la canción Story of a girl de Nine Days. Casi todos (si no todos) los capítulos tienen una pequeña parte de una canción al principio, que además, les da título. Se me ocurrió la idea porque hay ciertas letras, que parecen haber sido hechas para algunos momentos de la historia ¿Qué os parece?

12 comentarios:

  1. esta genial!! cuando vas a empezar a escribir?

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    1. ¡Muchas gracias! Pues por ahora tengo 7 capítulos contando este, e intentaré escribir todo lo que pueda cada día :)

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    1. Jajajajajaj, eh eh, que he conseguido que te intereses por Clove xD

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  3. Acabo de descubrir tu blog, esta genial ! tienes una nueva seguidora, mi blog es http://losjuegosdelhambrecontinuan.blogspot.com.es/, llevo un poco mas tiempo que tu así que si necesitas ayuda para cualquier cosa te pasas y me avisas que estaré encantada de ayudar a una escritora tan fantástica !

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    1. ¡Muchísimas gracias ^^! Creeme que si tengo cualquier duda, te pregunto, y ahora mismo me paso por tu blog ;).
      ¡Un beso!

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  4. Holaa!!! La verdad es que solamente leyendo el prólogo, te enganchas jajaj se te da realmente bien!Espero que te puedas pasarte por mi blog y me des tu opinión, ya que llevo poco más de un mes con el :P
    Un beso!
    http://historiasdepelicula.blogspot.com.es/

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    1. ¡Muchas gracias! Espero que sigas leyendo el resto de la historia :D.
      Ya me he pasado, ¡tiene buena pinta!
      Un beso ;)

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  5. Me he enganchado de verdad y mira que he empezado hoy :) te he mandado una cosa al gmail. Por cierto lo de la canción me gusta la idea :)
    BESOOS:))

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  6. me a encantado tu historia solo una recomendación o pedirte un favor podrías hacer la letra mas grande no alcanzo a leerla estoy un poco ciega

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    1. ¡Muchas gracias! Sí, lo de la letra es algo que tengo que mejorar y que he ido dejando pasar, pero supongo que con el cambio de diseño que está por venir, me curraré algo mejor :).
      Mientras tanto, no sé si te servirá, y es un poco molesto, pero en este blog se puede copiar el texto para que lo puedas pegar en un word y adaptártelo a una letra que te resulte cómoda :); desde luego con el color blanco y tan pequeñita sí que resulta bastante complicado de entender :)
      ¡Un beso!

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  7. El capi esta genial, me encanta como escribes. :) es lindo saber las razones de Clove para estar en los juegos

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